Sec
Gral: Raúl Cortez Laubert.
Sec
de Acción Cultural: Salvadora de Ortiz.
Sec
Área de Estudio: María Rosa Viezena.
Sec
Acción Política: Ricardo Montoya.
Sec
Administrativo: Juan Moyano.
Sec
de Finanzas: Hugo Battistini
(1984) Artículo de La Voz del Interior sobre la
fundación del PGI
Alfonsín no consiguió llegar
al final del proyecto, porque renuncia en Julio de 1989. En Marzo de 1991
su sucesor Carlos Menem firma el “Tratado de Asunción” entre
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay que decía: “Los estados partes deciden
constituir un mercado común que deberá estar establecido el 31 de Diciembre de
1994”.
Así
el 1 de Enero de 1995 nace el
Mercado Común del Sur, MERCOSUR que
establecía en su Artículo 1º) “La libre circulación de bienes, servicios y
productos mediante la eliminación de tasas de aduana”. Algo
que hasta ahora nunca se cumplió…
Sobre
el tema de Mudar la Capital al interior,
Alfonsín tampoco NO consiguió, en la práctica, trasladar la Capital de Buenos Aires a Viedma, a pesar de haber
aprobado en 1987, la ley 23.512 y
haber tenido los fondos y montado una Empresa Nacional para trabajar en esto,
el ENTECAP.
¿ POR QUÉ es tan importante
TRASLADAR
la CAPITAL FEDERAL?
ERROR
GEOPOLÍTICO.
Estratégicamente,
juntar el PUERTO más importante con
la CAPITAL del país dejó a los
argentinos muy vulnerables a nivel de un conflicto bélico. Atacando Buenos Aires, de un solo golpe, se deja
fuera de combate a toda la Argentina.
Esto
ya fue comprobado en 1955 durante la
autodenominada Revolución Libertadora
cuando el Almirante Rojas amenazó al Presidente Perón, que si él no renunciaba, bombardearía Buenos Aires con los navíos de guerra
apostados en el Río de la Plata.
Los
cañones de los acorazados de la época podían lanzar proyectiles a blancos atrás
de la línea del horizonte, entonces ¿qué seria estando al alcance visual del
artillero?, sería como hacer un disparo a quemarropa. Perón sabiendo de eso,
prefirió la alternativa de huir en la cañonera paraguaya.
“No se pueden colocar todos los huevos en
una única canasta” dice el dicho.
Pregunta: ¿Será
que los estrategas saben eso? Repuesta:
Sí lo saben, pero no les importa.
Son más fuertes la comodidad y las ventajas de tener todo
a mano en una estructura que montaron a través del tiempo, como la casa
propia en un barrio elegante o estratégico, junto al único puerto y al mayor
aeropuerto internacional, cerca de los
mejores teatros, los mejores restaurantes, las mejores universidades, los
mejores empleos y las mejores oportunidades, una óptima logística de transporte
público, un suministro de electricidad, gas natural, agua potable y cloacas eficientes
y más baratos, porque son subvencionados por el resto del país.
Es
por eso que van a intentar por todos los medios, mantener ese privilegio a cualquier precio y por
encima de quien sea, aunque los demás sean
perjudicados.
La mayoría de las naciones del
mundo tienen sus capitales en el
interior, adonde llevaron el progreso y la administración pública, dejando
a los puertos su vida propia.
Por
ejemplo, Francia con París, España con Madrid, Rusia con Moscú y en su momento, Brasil que en 1960
trasladó su “Puerto Capital” Río
de Janeiro para un lugar donde no
había nada, en la región central del
país a 1150 Km. en donde hoy
está situada Brasilia.
Es
por eso que este país se llama con razón, República
Federativa del Brasil.
En
Estrategia
Geopolítica Argentina está
atrasada más de medio siglo.
ANTECEDENTES
HISTÓRICOS:
Buenos Aires se
establece como Capital Provisional del Virreinato
del Río de la Plata en 1776. Su nominación provisoria
fue estratégica, porque España
apostaba en una guerra contra Inglaterra
y Portugal, cosa que no aconteció.
En
1826 el Pte. Bernardino Rivadavia envía a la Legislatura, (que en
realidad era un Congreso Nacional) el Proyecto de Ley que decía en
su Artículo 1º) - La ciudad de
Buenos Aires es Capital del Estado
Nacional. Y así funcionó de hecho, hasta que en 1880, Nicolás Avellaneda
aprobó la ley que declaraba Buenos
Aires Capital de la República Argentina.
La ley ratificó la separación de Buenos Aires de la provincia
homónima. La capital de esta última se transferiría a la ciudad de La Plata, fundada para ese fin y se
establecería el gentilicio bonaerense para los
nacidos en la provincia, manteniendo porteño, para los nacidos
en la ciudad. Este acto está grabado en el Obelisco de la ciudad de Buenos Aires (foto-03). A partir de ese
momento se legaliza una historia de
sometimiento económico, cultural, militar y político contra el interior del país.
Muchos
intelectuales y geopolíticos entendieron que fue un error estratégico escoger
el puerto de Buenos Aires para Capital Federal, porque nos hace muy
sensibles a un ataque externo.
Las
críticas generaron sólo entre los gobiernos de Rivadavia (1826) y Avellaneda
(1880) 35 iniciativas
señalando diversos lugares para el traslado de la Capital, como Paraná, Villa
María, Rosario y Santa Fe.
Hasta
dictadores militares lo intentaron, el Gral. Alejandro Lanusse
el
3 de mayo de 1972, sancionó el decreto-ley 19.610, el cual declara la necesidad de
trasladar la Capital de la Nación fuera
de la ciudad de Buenos Aires.
La idea de mudanza todavía continua viva en nuestros
días como quedo demostrado en septiembre de 2014, cuando durante un acto
oficial en Santiago del Estero, la presidenta Cristina Fernández sugirió que la
capital federal podría trasladarse a esa provincia.
Lo
cierto es que, después de Alfonsin, ningún gobernante pasó de la teoría a la práctica.
El centralismo
que ejerce la Capital, sobre el Interior, llego a niveles insoportables y la
exagerada concentración demográfica, contribuye, como lo vemos todos los días
por la televisión a colapsar los servicios públicos y aumentar la violencia.
No
existe en Buenos Aires calidad
de vida para la mayor parte de la población, sólo disfrutan la
infraestructura existente, una elite parasitaria atornillada al
Obelisco desde hace mucho, pero mucho tiempo…
En
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (en amarillo en la foto 04) se
amontonan casi 3 millones de personas en una superficie de 202 Km2 lo que da una densidad demográfica de 14.800 hab/Km2 mientras que en el resto del país el promedio
es de 14 hab/Km2.
En
la ZONA METROPOLITANA (en azul), viven más de 13 millones
de habitantes.
O
sea que en esta pequeña región del país, viven casi la mitad de los argentinos.
Estos datos nos muestran un absurdo
que precisaríamos corregir urgentemente; la concentración demográfica.
El
Área Metropolitana ocupa el 0,1% de
la República Argentina y el 3%
de la Provincia de Buenos Aires. En este pequeño pedazo de territorio se
agrupa el 45% de la población
total, 70% de la producción
industrial y 50% del consumo.
Los
votantes que aquí se concentran, a partir de la última modificación de la
Constitución Nacional de 1994, deciden
todas las elecciones para Presidente y Vice de la República Argentina.
Aquí
se define el curso de cualquier
contienda política, por causa principalmente de los medios (Tv, radio, diarios,
revistas) que dan destaque a los candidatos locales.
Las
elites
de burócratas y tecnócratas concentrados en la Capital, forman una clase
social parasitaria que con sus regalías y excelentes sueldos,
practican la superficialidad, la apariencia y el consumismo,
mientras el resto del país, con otra escala de valores, es colocado en segundo plano, a pesar
de nutrir a la capital de materias primas, gas, petróleo, electricidad, impuestos, etc.
Veamos ejemplos a
través del tiempo de cómo esa enorme desigualdad funcionó y funciona. En 1836, según Mirón Burgin:
“…los
ingresos de Córdoba eran de $ 67.000, los de Buenos Aires. $ 4.800.000 siendo
el 63% proveniente de la Aduana”
En
1860, según Bustos Argañarás: “…la renta de la Aduana de Buenos Aires era
de $ 60.000.000. y el presupuesto anual
de Córdoba de $ 1.800.000…equivalente al 70% del sueldo que por año recibía el
gobernador de la Provincia de Buenos Aires.”
Otro
ejemplo increíble lo da Alfredo Armando
Aguirre (La Reforma-1984) cuando
nos cuenta que “…durante décadas el presupuesto del Teatro Colón de Buenos Aires fue superior al de la Provincia
de la Rioja.”
Las
provincias del interior están en las manos de la Capital Federal porque según el Dr. Rafael Garzón: “En
1930 el gobierno “nacional” centralizó la mayoría de los impuestos. Las
provincias perdieron su poder de imposición y a partir de ese momento quedaron
atadas a leyes de coparticipación impositiva, hoy inexistentes, que terminaron
privándoles a casi todas las provincias, de cualquier decisión autónoma. El
federalismo, antes agonizante, hoy murió”
Estas
“facultades
delegadas” por las Provincias al Gobierno en Buenos Aires son: Orden Interno, Relaciones Exteriores,
Defensa, Impuestos y Legislación.
Ésta
es una herencia perversa que precisamos cambiar, porque está viciada en su
origen, fue claramente manipulada, no encaja con la época actual del MERCOSUR, está ultrapasada y niega a las
provincias su autonomía, base de todo sistema federal.
Pero
actualmente las cabezas que deciden están en Buenos Aires. Desde allí
salen las leyes
que
deberán ser obedecidas en el interior del país.
De parte de ellos, nada va a cambiar.
Aquí se frena o acelera,
cualquier proyecto nacional según les interese. Y el MERCOSUR no le interesa
a Buenos Aires.
Los
sacaría de la situación privilegiada en
que se encuentran, con una
mano en el único puerto y
la otra
mano en el cofre de la única
aduana.
Esta
hegemonía centralista es la
principal causa de la pobreza del
resto del país, que no puede progresar. La cantidad de autarquías es tanta y tan variada
que parece que a través del tiempo fue
inventada intencionalmente para acomodar empleados y justificar
gastos que ni Ud. ni yo vamos
a saber nunca.
Como dice Rafael Garzón: “la concentración del gasto
público por un gobierno supuestamente “nacional” en el ejido urbano de Buenos
Aires se ha dado desde siempre:
Subterráneos,
Ferrocarriles Urbanos (con el mantenimiento de su eternamente insatisfecho
personal), la creación de autopistas elevadas, la estructuración de una
frondosa BUROCRACIA Municipal, Provincial y Nacional. Los enormes gastos
determinados por la continua canalización de un puerto en eterna agonía, que
las dádivas gubernamentales permiten periódicamente recuperar. Los gastos
derivados del mantenimiento de absolutamente todas las organizaciones
sindicales, rurales, empresariales, profesionales, eclesiásticas, periodísticas
y deportivas, asociaciones y sociedades culturales y artísticas, las
organizaciones de pesca, la producción de lana o yerba mate, la canaricultura o
la apicultura. Todo esto, centralizado en un sitio en donde la mayoría de los
14 millones de habitantes de la megaurbe nunca ha tocado una oveja en su vida,
pescado siquiera una mojarra o espantado alguna vez una abeja”.
Por
eso el dicho: “Dios está en todos lados, pero sólo atiende en Buenos Aires”
muestra la dependencia que los habitantes del interior de Argentina tienen en relación con la
Capital. Muestra también, por qué no
decirlo, el alto grado de apatía
y resignación de la sociedad civil del interior del país respecto al tema…
Estos son algunos de
los puntos que, por sí solos, justificarían el traslado de la Capital.
A
veces escucho críticas desalentadoras diciendo que los que viven en Buenos Aires no dejarían a ciudad. Es evidente que los más acomodados
no lo harían. Pero muchos de aquellos que tienen que perder varias horas para
llegar a su trabajo, que viven amontonados en barrios violentos, que no tienen
escuelas ni hospitales cerca y los niños
no tienen espacios donde andar en bicicleta o jugar, estos sí, creo que aprovecharían la oportunidad de
mudarse.
Si
el proyecto que propongo de trasladar la Capital se realiza, tengo la certeza
que beneficiaría a millones de familias que tendrían una mejor calidad de vida,
ya que tendrían la oportunidad de salir de Buenos Aires (deshinchando la
ciudad) para volver a sus lugares de origen o a las nuevas ciudades que en
el interior, nacerían de este proyecto, junto con industrias que se
trasladarían desde el polo industrial porteño, hacia las regiones próximas a
donde están situadas las materias primas.
Sé
que Raúl Alfonsín como buen
estadista entendía profundamente esta situación, por eso 1986 puso en marcha el Proyecto
Patagonia, dentro del cual estaba el
traslado de la Capital Federal a Viedma, que de haber sucedido, hubiera
abierto las puertas para la fundación de la SEGUNDA REPUBLICA.
-El TRASLADO de la
CAPITAL FEDERAL de ALFONSÍN-
VIEDMA el DISTRITO
FEDERAL que NO PUDO SER.
Parece
ser que Alfonsín, influenciado por
el entorno porteño y la proximidad del puerto de aguas profundas de San Antonio Oeste, eligió Viedma-Carmen de Patagones a 1.000 Km al Sur
de Buenos Aires para ser el nuevo Distrito
Federal dentro del cual estaría la sede de la nueva Capital de la Nación Argentina (foto-05).
Para eso consiguió sancionar en el Congreso
Nacional el 27 de mayo de 1987, la
ley 23.512 que declara
como Capital de la República, a
los núcleos urbanos erigidos y por erigirse en un futuro, en el área de las
ciudades de Viedma, Carmen
de Patagones.
El
nuevo Distrito Federal tendría una
extensión total de 490 000 hectáreas
o 4.900 Km2. El
costo total estimado era de 2.231 millones U$D.
Se
construirían casi 8 millones de m2
para albergar los 23.000 empleados
públicos que vendrían de Bs. As. (A través de sucesivos gobiernos esta cifra
fue aumentando progresivamente hasta llegar en la actualidad alrededor de los
400.000 empleados de la administración nacional, es una cifra absurda ya que la
población no aumento en el mismo porcentaje, sin contar con el avance de la
tecnología) Se preveía la inauguración en 12
años.
Para ejecutar el
proyecto el 21
de julio de 1987, a través del decreto 1156,
Alfonsín crea el ENTECAP
(Ente para la Construcción de la Nueva Capital) a imitación del NOVACAP, organismo brasileño que en los años cincuenta erigió el Distrito Federal de
Brasilia. El ENTECAP era una “Empresa
del Estado” con un presupuesto de 36
millones de Australes (equivalentes
a 22 millones de U$D) y con plenos poderes, a tal punto, que podía gestionar
prestamos en bancos nacionales o internacionales y confiscar
las propiedades que considerase conveniente, Fue un organismo muy
cuestionado en aquellos años, por gastar demasiado dinero en personal y
oficinas en la subsede de
Buenos Aires, en vez de funcionar en Viedma donde tenía su sede
legal y principal.
El ENTECAP
alquiló 2 (dos) pisos en la Avenida Libertador en el barrio porteño de Palermo. Según el diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca, el
organismo llegó a tener entre la sede de Viedma
y la de Buenos Aires 110
(ciento diez) “agentes”, que gastaron
durante 3 años y medio (el
mismo tiempo que Juselino tardó para inaugurar Brasilia)los 22 millones de U$D en sueldos,
alquileres y mantenimiento de vehículos, todo esto sólo para hacer las
maquetas, planos y el comienzo de la construcción del sistema de saneamiento y
los cimientos de las casas para los obreros que trabajarían en la obra de
Viedma.
También falto decisión política del ex
presidente Alfonsín al NO viajar a Viedma periódicamente a firmar decretos y hacer actos
oficiales y simbólicos para generar en la población una conciencia de la
nueva capital. En
vez de eso espero que todo el
Distrito Federal estuviese construido, cosa que nunca sucedió.
Su Secretaria, la
arquitecta Elva
Roulet, le había aconsejado que debía hacer edificios sencillos y
mudarse a Viedma y luego ir trasladando
de a poco, las distintas dependencias gubernamentales. El propio Alfonsín
reconocería más tarde, ante el fracaso
del proyecto, que: “…debería haberme mudado en carpa a Viedma”,
pero ya era tarde…
Personalmente considero que los dos mayores
errores de Alfonsín fueron: 1º) El
haber colocado (como es costumbre en
nuestros partidos políticos), burócratas ineficientes nombrados a
dedo en el ENTECAP. 2º) Haber
elegido el lugar, sin antes consultar a sus habitantes y tratar de imponerlo desde Buenos Aires, de “arriba
hacia abajo”, o sea, desde el gobierno central hacia un
pueblo del interior.
No debemos repetir los errores del pasado, por
eso este proyecto será realizado de “abajo hacia arriba”, es decir
desde el pueblo hacia el gobierno. Para eso preciso no sólo
encontrar en la práctica, un
lugar geográfica y logísticamente ideal,
sino que también debo sentir que sus
habitantes estén entusiasmados a tal
punto con la idea, que pidan con sus firmas al Congreso, que
un
Distrito Federal y un Centro
Logístico
del MERCOSUR, se radique en su
región.
Bien diferente también, es mi pequeño pero
eficiente Equipo de Trabajo, ya que está integrado por ciudadanos
idealistas “ad honorem”, verdaderamente
capacitados e interesados en que el
proyecto se realice. Este equipo está creciendo, día a día, por la
inclusión de elementos destacados,
durante las Conferencias y Charlas, en
las regiones que estoy visitando.
La fundación de un
CENTRO LOGÍSTICO del
MERCOSUR.
La
idea tomó forma en 2010 en Brasil cuando presenté dentro del Partido de los Trabajadores (PT)) y más
recientemente en el Instituto Lula
(IL) el proyecto geopolítico que trata de la formación del CELOARG (Centro Logístico
Argentino) el CELOBRA (Centro Logístico Brasileño) que
trabajarían sincronizados para hacer realidad el libre tránsito de mercaderías
en el MERCOSUR. También trata la necesidad urgente de trasladar la Capital Federal Argentina de Buenos Aires para la región
central del País.
El
proyecto lo incluí en el libro en portugués “Mercosul porque parou?”
lo dediqué al Presidente Lula da Silva y se lo entregué personalmente en Junio de 2011.
En Septiembre del
mismo año lo presenté en castellano,
junto con conferencias, en la “Feria del
Libro de Córdoba 2011 y 2012” con el título “Hablemos del MERCOSUR” en
el stand de SADE (Sociedad Argentina de Escritores), donde
fue uno de los más vendidos.(foto- 06).
-CELOARG (Centro Logístico Argentino)-
El
CELOARG, debería concentrar todos
los intereses comerciales,
industriales, culturales y logísticos de las 16 provincias situadas al norte del paralelo 34° de latitud Sur (N//34°) a saber: Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán,
Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Santa Fe, Chaco, Formosa, Entre Ríos, Corrientes
y Misiones.
Aquí
serían hechos todos los exámenes y certificaciones con “VALIDEZ
MERCOSUR” lo que permitiría agilizar
y centralizar la logística de ida y vuelta, los trámites burocráticos de
aduana, los pagos y las cobranzas directas y sin intermediarios entre bancos,
transportadoras, todo manejado por Bancos,
Transportadoras y Cooperativas interconectadas
“on-line” en tiempo integral por los CENTROS
LOGISTICOS de ambos países.
Ejemplo:
Los pequeños y medios productores de alfajores de Córdoba y Santa Fe,
individualmente o en cooperativas, podrían vender, enviar y cobrar toda la
producción en un solo lugar. Y como éstos, una infinidad de otros productores que
la región al N//34º saben hacer muy bien.
Las
ciudades candidatas al CELOARG
deberían estar próximas o sobre el Corredor Bioceánico Principal (CBP) en la ruta nacional 19 (San
Francisco) o en las secundarias, como la 17, la 1 o en la 34 (Rafaela).
El costo de su construcción sería en su mayor parte, absorbido por las empresas
transportadoras del MERCOSUR, municipios vecinos, la provincia y la Nación.
El Proyecto del TRASLADO de la CAPITAL FEDERAL del AUTOR
Para
comprender mejor lo que es un Distrito
Federal, veamos sintéticamente, la historia de Brasilia, cómo fue que eligieron el lugar, como fue construida,
cuando la fundaron y en qué situación se encuentra ahora, porque es un ejemplo de lo que debemos y lo
que NO debemos hacer.
En
la primera Constitución Republicana
del 5 de octubre de 1888, ya constaba
un artículo que preveía el traslado
de la Capital Federal de Río de Janeiro
para algún lugar en el interior del país.
En
1891 fue nombrada la Comisión Exploradora del Altiplano Central (CEAC),
que contrata al astrónomo Louis Cruls
(1848-1908) para dirigir un equipo de 20 hombres que después de 3 (tres) años
de trabajo en la región de la Meseta
Central, escogió un área que pasó a ser llamada “Cuadrilátero
de Cruls” En 1894
el lugar de la futura Brasilia
quedo definido (foto-07).
Sorprende la visión
de futuro de estos políticos de fines
del siglo XIX, por haber escogido estratégicamente, un área en la región
central del país, a 1.150 Km de Rio de Janeiro y en el medio de la nada
para trasladar la Capital Nacional, con toda la intención de federalizar el país.
Por
esta y otras razones este país se llama República
Federativa del Brasil.
En
1955 durante su campaña
presidencial, Juselino Kubitschec
prometió trasladarla. Elegido presidente encaró el proyecto de Brasilia como la máxima prioridad
de su Plan de Metas.
El
23 de Julio de 1956 comenzó la
construcción con Lucio Costa (urbanista), Roberto Burle Marx (paisajista)
y Oscar Niemeyer (arquitecto). Después de 3 años y medio (41 meses) se inaugurada el 21
de Abril de 1960.
En una superficie de 5.800 Km2 se construyó el lago
artificial de Paranoá para
almacenar agua y humidificar el aire. Es actualmente el 2º mayor Puerto Deportivo (Marina) de Brasil
(foto-08)
El
Plano Piloto de Lucio Costa fue
basado en la forma de un aeroplano, donde el Eje Monumental es el fuselaje que alberga el Palacio do Planalto (Casa de Gobierno) y el Congreso Nacional.
Conectándose
con el “fuselaje” estarían las “alas” llamadas de Eje Residencial en donde se radican los
edificios de todos los ministerios. La extraordinaria idea fue pensada para
albergar 500.000 habitantes, que hoy
supera 600.000.
Compararemos ahora
las dos sedes de Gobierno y los dos Senados de Argentina y Brasil para ver lo que ya está hecho y tener una idea
de lo que se podría o lo que no se
podría hacer.
Como
el lector puede percibir en estas comparaciones, la diferencia no está sólo
en los distintos estilos de las diferentes épocas en que los edificios fueron construidos, unos a fines
del siglo XIX y otros a mediados del
siglo XX.
La
diferencia está en la mentalidad de los gobernantes que idealizaron los proyectos.
Uno,
el argentino, queriendo parecerse
en todo a los europeos (fotos-10 y
12).
El otro, el brasileño,
arriesgando innovar sin miedos ni preconceptos (fotos-09 y 11).
Pero
lo que sería una utopía, es decir, una ciudad ideal y sin problemas, comenzó a
complicarse con el nacimiento desordenado a su alrededor, de Ciudades
Satélites. La mayor de ellas es Ceilândia
con una población de 400.000. Actualmente Brasilia con más de 2.000.000 de habitantes tiene todos los
problemas de las grandes metrópolis como violencia urbana, villas miserias, caos
en el tránsito, falta de viviendas, escuelas, etc., etc.
La experiencia brasileña es un ejemplo interesante de
lo que podemos y lo que no podemos hacer en la hora de erigir un Distrito Federal. Por eso es muy
importante no repetir errores y tratar de mejorar, (no
digo de superar el genio de Niemeyer) pero si en lo posible, hacer algo diferente
acorde a los tiempos en que vivimos y a los recursos que poseemos..
Para que este proyecto se
realice como lo merecemos, tendríamos que contar con la participación solidaria de ciudadanos
que tengan bien en claro, que llegó el momento de una sincera Unión Nacional.
La participación popular de
todos los sectores, le demostraría a la mayor parte de los políticos actuales (muchos de los cuales ya tuvieron su oportunidad), que llegó la hora de los ciudadanos coherentes, libres de espíritu y de fanatismos,
construir su propio futuro.
La austeridad, la eficiencia
y la transparencia
en el uso de recursos, durante la planificación y la construcción del DF,
deben estar bajo la premisa de la innovación
y del auto financiamiento. La venta
de inmuebles que se desocuparían en Buenos
Aires, junto a donativos y a la participación decidida y voluntaria
de los habitantes de las ciudades y municipios en las provincias participantes,
podrían llegar a hacer que la construcción de un Distrito Federal le cueste muy poco o casi nada al erario
público.
Tengo la certeza, que llegará el día, de que una
gran parte de la población de Buenos Aires, cansada de sobrevivir y sufrir,
abandonara en masa la metrópoli colapsada,
buscando mejor calidad de vida, en un evento que la historia llamará de
“ éxodo
porteño” similar al que un día fue en sentido contrario el heroico “éxodo
jujeño”.
Existen herramientas históricas
e importantes que usaremos como la Ley Nacional 23.512 aún vigente que autoriza el traslado de la Capital Federal de
Buenos Aires, otra herramienta es el art. 1º
del Tratado Internacional del Mercosur
que propone transitar y comerciar libremente entre nuestros países.
No solo preciso encontrar el
lugar geográficamente ideal, tengo también que sentir que sus habitantes estén
entusiasmados con la idea. Sé que existen ciudadanos inertes o desengañados con
el futuro a quienes no les importa que los mediocres ocupen el poder.
Quisiera creer de la
existencia de una reserva moral (dentro de la cual me incluyo) que espera su
momento y que no participa simplemente por no estar informados lo suficiente ni
entusiasmado y es por eso que
estoy aquí,,,
Con esta línea de
razonamiento, los invito a comenzar a caminar juntos por las comunas, pueblos y
ciudades de la región del “Mar de Ansenuza”.(foto-13)
PODER EJECUTIVO.
Para
tener una idea de lo que un Distrito Federal traería para la región, tomemos como ejemplo uno de los 3 poderes, el
mayor, el PODER EJECUTIVO (DF).
Junto
al Presidente y al Vicepresidente de la República estarían, según el art. 99 de
la Constitución Nacional:
1)
Secretaría General.
2)
Secretaría de Inteligencia del Estado.
3)
Secretaría Legal y Técnica.
4)
Casa Militar.
5)
Secretaría de Cultura.
6)
SEDRONAR.
7)
Ministerio de Defensa.
8)
Ministerio de Planificación Federal, Inversiones Públicas y Servicios.
9) Ministerio de
Relaciones Comercio Internacional y
Culto.
También
el Poder Ejecutivo nombra (después de la reforma de 1994) el Jefe de Gabinete que tendría que
acompañar al Presidente de cerca, ya que es responsable directo
por el relacionamiento con los Ministerios de: 1) Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, 2)
Desarrollo Social, 3) Economía y Finanzas Públicas, 4) Educación, 5) Interior y
Transporte, 6) Justicia y Derechos Humanos, 7) Agricultura, Ganadería y Pesca,
8) Salud, 9) Industria, 10) Seguridad y 11) Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Además,
junto al Poder Ejecutivo estarían
reunidas las 59 embajadas de todos
los países que hoy están desparramadas por las calles de la
ciudad de Buenos Aires.
Un
DF no podría tener más de 100.000
habitantes, a partir de él, en forma radial y a una cierta distancia,
pequeñas
ciudades satélites, darían el soporte logístico especializado en diversas
actividades, como Salud, Educación, Esparcimiento,
Alimentación, etc. y fundamentalmente en Seguridad.